Prof. Belkis Flores.
La ruralidad constituye en la actualidad un evento revalorizado en todo el mundo tanto en los ámbitos europeos, norteamericanos y latinoamericanos. Múltiples son las razones que explican esta preocupación por lo rural, especialmente porque del desarrollo de los escenarios rurales depende en gran medida la seguridad alimentaria del planeta.
A partir de 1980 aproximadamente, en Europa como en Norteamérica, diversos autores, entre ellos (Friedland, 1982; Marsden 1990: citado en Lambí, 1998), Halfacree(1996), Smith y Phillips(1996), manifestaron que era necesario realizar una revisión y renovación del abordaje de lo rural, que se ajustase a los diversos cambios que se vienen efectuando en el sector agropecuario, por los efectos de la globalización, lo cual pasaría por la revisión y redefinición misma de lo rural y de toda la dinámica.
Desde distintos círculos académicos y políticos aún se considera lo rural como un sector y se le ve aislado, separado de la dinámica general del país, se asoman al espejo pero solo ven el simple reflejo de una realidad rural ya pasada de moda, desde un pensamiento impregnado por la ya caduca modernidad sin atreverse a dar el salto cuántico que impone ver la ruralidad desde una visión compleja, integral y transdiciplinaria. Es decir la discusión está abierta, la invitación al dialogo es reiterada.
En tal sentido, se ha producido un cambio en la concepción de la ruralidad el cual involucra no solo aspectos de carácter territorial, agrícola y demográfico, sino que incluye elementos más relacionados con las características socioculturales de las localidades. Puede entonces decirse que lo rural se refiere a una totalidad donde se produce una dinámica económica, social y cultural, identificada con manifestaciones de orden tradicional como las labores agropecuarias; pero que involucra otras actividades vinculadas con las relaciones sinérgicas dadas en los diversos espacios y en la población establecida en ellos para lograr su reproducción.
Conviene destacar que el desarrollo histórico de Venezuela hasta mediados del siglo XX, estuvo definido por una dinámica económica relacionada con lo agrario y lo rural. Sin embargo, la Venezuela agraria fue subsumida por la vorágine de la Venezuela petrolera y la transferencia de la renta petrolera al mundo agropecuario, no logró los efectos deseados sobre este, porque fue realizada desde una visión sectorizada impregnada de en la modernidad, y no desde la integralidad de lo rural. Por el contrario, se generaron distorsiones en los diferentes escenarios que forman el contexto rural.
El IPREM desde su fundación en 1938, ha estado unido a lo rural, como centro de formación de maestros y directores para las escuelas rurales se le distinguió incluso a nivel internacional como un centro de alto desempeño en la formación de docentes rurales.
Hoy día cuando formamos parte de la UPEL y somos conjuntamente con el Gervasio Rubio los dos institutos que formamos docentes rurales, y estamos transitando una transformación curricular, se impone como una necesidad sentida desde quienes creemos en lo rural no como un sector sino como una realidad total multidimensional y compleja, REFLEXIONAR Y ASUMIR un compromiso real con un programa que ha sido bandera de nuestra institución desde su fundación. Pero pareciera que en el recorrer de los años se ha diluido en colectivo macarino la visión y noción de lo rural,
Nosotros como Universidad, como centro de formación de formadores tenemos una responsabilidad fundamental en reinventarnos para asumir un compromiso real con lo rural, no solo con el programa que impartimos sino con el mundo rural venezolano, ello implica que clarifiquemos nuestra visión de lo rural y la educación rural, que revaloricemos lo rural desde una cosmovisión integral, transdiciplinaria, la cual nos permita construir un camino adecuado para el abordaje de lo rural y así poder ser formadores de docentes comprometidos y conocedores de la educación necesaria para el sintagma rural, y construir una propuesta curricular que involucre la ruralidad como eje transversal, en nuestro instituto, eso, si queremos conservar el nombre de Instituto Pedagógico Rural
No hay comentarios:
Publicar un comentario